jueves, 30 de junio de 2022

Síndrome de deficiencia de nutrientes (Parte 1)

Síndrome de deficiencia de nutrientes (Parte 1)

Por Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña

 

Nota: El desafío de la protección es una responsabilidad que cada persona debe asumir y que está al alcance de todos. Lograr una salud óptima y la prevención de enfermedades es un anhelo y una meta plausible.


Decadencia física y mental producto de una mala alimentación.

 

Durante los últimos 150 años aproximadamente se han producido bruscamente radicales cambios en los métodos de producción, trasportación y almacenamiento de alimentos que han modificado y reducido su calidad nutritiva. Junto a ese proceso de producción industrial de alimentos se han creado “productos alimenticios artificiales” elaborados con ingredientes refinados ricos en energía, aditivos químicos sintéticos, químicos tóxicos, severamente empobrecidos y en algunos casos completamente carentes de nutrientes esenciales.  

 

Y resulta que, de una forma paralela, con una relación directa y proporcional se ha producido también una degradación generalizada del estado de salud en los seres humanos, una incidencia creciente de trastornos físicos y mentales considerados como “enfermedades de la civilización industrial” que antes se producían en adultos mayores, pero que en la medida que ha ido pasando el tiempo se han extendido en segmentos cada vez más jóvenes de la población incluyendo niños y adolescentes. Fenómeno que ha dado origen a un decremento en la longevidad humana y que ha hecho que ahora muchos padres tengan que enterrar a sus hijos.

 

La epidemia de “enfermedades de la civilización industrial” ha irrumpido en el mundo moderno como resultado de los métodos industriales de producción intensiva de alimentos, en conjunto con diversos factores nocivos del estilo de vida actual.

 

Al conjunto de trastornos y enfermedades fiscas y mentales que azotan a la sociedad occidental, se les ha denominado “enfermedades de la civilización”, por considerarse como un producto secundario e indeseable de una sociedad altamente industrializada y tecnificada.

 

Si pudiéramos prevenir todas las muertes que ocurren antes de los cincuenta años de edad, nuestra expectativa promedio de vida que actualmente es de aproximadamente de setenta y ocho años (más o menos dependiendo de la región o el país de que hablemos), se incrementaría solo alrededor de tres años.

 

En 1900 la expectativa promedio de vida no llegaba ni siquiera a los cincuenta años. Desde entonces, se han abatido la mayoría de las enfermedades infecciosas, las guerras y las hambrunas que mataban a un gran número de niños y de personas menores de 50 años.

 

No obstante, ahora enfrentamos un conjunto de enfermedades crónicodegenerativas cuya incidencia era previamente mínima. Enfermedades que de forma aislada pueden clasificarse como endemias o epidemias, pero vistas en conjunto pueden considerarse como una gran y letal pandemia: sobrepeso, obesidad, síndrome metabólico, disglicemias como hipoglucemia reactiva, prediabetes, diabetes tipo II, Alzheimer (diabetes tipo III), enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, disfunciones hormonales e inmunológicas, intestino permeable, fatiga crónica, fibromialgia, insuficiencia hepática, hígado graso no alcohólico, insuficiencia renal, diversos tipos de artritis, osteoporosis, diferentes enfermedades autoinmunes, intolerancias y alergias a diferentes alimentos y a sustancias químicas (síndrome tóxico múltiple), así como un gran número de trastornos de reciente aparición.

 

Podríamos observar a cada una de estas enfermedades de manera aislada y considerar que no tienen vínculo alguno en común. Hay quienes aseguran que podemos verlas como el resultado del incremento en la expectativa promedio de vida registrado en los últimos 100 años, pues argumentan que vivir más tiempo hace al ser humano más susceptible a estos padecimientos. O tal vez más acertadamente podrían considerarse en conjunto, como el resultado de la alimentación industrializada y del estilo de vida moderno. Vistos así bajo una visión unificada con un vínculo y una causa en común, este conjunto de padecimientos puede considerarse como un síndrome que tiene su causa y origen en los bruscos cambios que se han producido en los países industrializados durante los últimos 100 a 150 años.

 

Por supuesto que nuestros cuerpos decaen con la edad, pero no existe motivo para que una mayoría de personas padezca alguno o varios de los trastornos mencionados, porque según solidas investigaciones demuestran que estas enfermedades son evitables. Bajo esta última visión las “enfermedades modernas” también denominadas “enfermedades de la civilización”, son el resultada de malas elecciones alimenticias y de estilo de vida y por lo tanto son evitables. En consecuencia, la información, la educación y diversas medidas profilácticas deberían ser la primera línea de acción a trabajar por parte de los profesionales de la salud con sus pacientes.

 

La prevención será siempre la mejor medicina, siendo sumamente importante considerar que el cuidado de la salud, es una responsabilidad personal, que solamente puede ser practicada por uno mismo. Los gobiernos y los organismos de salud pueden implementar recomendaciones y directrices sanitarias generales, pero no pueden obligar por la fuerza a las personas a comer saludablemente, a practicar actividad física, a implementar medidas apropiadas para afrontar el estrés y la angustia existencial, a dormir y descansar bien, o a protegerse de la contaminación de una manera efectiva. La alimentación y el estilo de vida saludable, compete a la responsabilidad de cada persona en lo individual.

 

Lo que, si pueden y deben hacer los gobiernos y los profesionales de la salud, es informar, educar y orientar a las personas para que elegir las opciones más apropiadas y saludables, para cuidar uno mismo de su salud, prevenir enfermedades y si ya está uno enfermo, a tomar esas mismas medidas que contribuirán junto a los tratamientos médicos a sanar o por lo menos a evitar agravar y complicar aún más las enfermedades.

 

Mas del 60 % de todas las muertes se relacionan directamente con la alimentación errónea. Esto significa que más de cinco personas tan solo en Estados Unidos mueren cada dos minutos debido a una enfermedad que su podría haber evitado por completo o por lo menos haberla pospuesto comiendo de manera correcta y saludable. Elegir inteligentemente los alimentos que consumimos puede brindar enormes beneficios a cada individuo, a su familia y a la sociedad en su conjunto.

 

Los alimentos naturales, integrales y sin procesar, contienen nutrientes esenciales y accesorios, biomoléculas de vital importancia, y fitoquímicos con funciones protectoras, que en conjunto pueden preservar y mejorar la salud, así como prevenir y retardar la aparición de enfermedades o ayudar a sanarlas.

 

En una serie de artículos y notas que paulatinamente iré elaborando y publicando, abordaré el tema de las enfermedades de la civilización industrial, sus causas, y las medidas dietéticas y nutricionales que cada persona puede implementar para evitarlas o para sanar de estos padecimientos.

 

El desafío de la protección es una responsabilidad que cada persona debe asumir y que esta al alcance de todos. Lograr una salud óptima y la prevención de enfermedades es un anhelo y una meta plausible.

 

Nota:

El concepto de «enfermedades de la civilización» fue propuesto por primera vez por el médico francés Stanislas Tanchou durante el siglo XIX al encontrar diferencias en la incidencia de cáncer entre el medio rural y el urbano y durante diferentes épocas en la misma ciudad de París (Stefansson, 1960). Para él el cáncer, como la locura, eran mucho más comunes en las naciones civilizadas (Lewis, 2007, p. 82).


jueves, 26 de mayo de 2022

¿Monsanto o MonSatan?

¿Monsanto o MonSatan?

8 formas en las que Monsanto destruye y destruyó nuestra salud.

Por Diego Ignacio Mur

12 de julio del 2015

Buenos Aires, Argentina.


"Cuanto más profundo puedas manipular las estructuras de la vida, más podrás controlar los alimentos y la medicina.": Dr. Vandana Shiva.

 

Mucho se habla en nuestros tiempos sobre las pandillas, maras y la intimidación que sufren los niños y niñas en el colegio por parte de estudiantes más agresivos. Esto me recuerda al matón más grande de todos los tiempos: La empresa biotecnológica Monsanto Corporation. Tomado en su contexto, la lista de delitos corporativos perpetrados por Monsanto hasta el momento, debería ser suficiente para cerrar esa compañía para siempre. Algo que tendríamos que haber hecho hace muchos años.

 

Sin embargo, permitimos que Monsanto siga destruyendo nuestro suministro de alimentos, nuestra salud y el planeta. ¿Monsanto o MonSatan? Eche un vistazo al historial/prontuario de esta empresa y decida usted mismo.

 

Agente Naranja: Monsanto fue creadora y principal beneficiaria de este "herbicida" utilizado para defoliar las selvas de Vietnam y destruir no solo la salud de los vietnamitas sino también la de las tropas estadounidenses y sus descendientes. EEUU permitió a Monsanto y otras empresas químicas realizar apelaciones y recibir protección ante las querellas y denuncias de veteranos de guerra que alegaron daños y perjuicios por su exposición al Agente Naranja. De esta manera el gobierno de Estados Unidos resguardó también las futuras creaciones biotecnológicas para el futuro.

 

Los siguientes productos son consumidos en la Argentina: Y la mayoría de ellos son utilizados en la agricultura. Debido a lo cual se desprende una pregunta: ¿Tenemos que respaldar al campo o la Mesa de Enlace mientras el sector agropecuario argentino nos envenena y nos mata?

 

Productos de supermercado:

Aspartame: Ya en el año 1994 El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos había publicado un informe que enumeraba 94 problemas de salud causados por el aspartame. Se ha demostrado que causa daños graves y que se acrecientan mediante el consumo prolongado destruyendo áreas vitales del cuerpo humano. Sin embargo, el aspartame sigue presente en muchos productos comestibles con el nombre cambiado. La mayoría de estos alimentos son comunes y poca gente sabe que contienen el químico.

Sacarina: Diversos estudios demostraron que la sacarina causa cáncer en ratas y ratones de laboratorio. En seis estudios realizados sobre pacientes humanos por el Instituto Nacional del Cáncer de EEUU, se descubrió que quienes consumen edulcorantes artificiales, tales como la sacarina o el ciclamato, sufren mas tarde cáncer de vejiga.

 

Productos utilizados por el campo argentino (pionero en Sudamérica en el uso de productos de Monsanto. Desde los más pequeños chacareros a los grandes pooles de siembra):

Hormona de Crecimiento Bovino (rBGH): Esta hormona genéticamente modificada es inyectada en vacas lecheras para producir un 20 % más leche, aun cuando no es necesario hacerlo debido a que no existe escasez de leche. Tras la inyección de rBGH las vacas sufren un dolor insoportable debido a la hinchazón que les produce en las ubres y por enfermarse de mastitis. El pus de la infección se mezcla con la producción por lo cual la leche es bombardeada con antibióticos. Esta leche genera resistencia a los antibióticos y también puede causar cáncer de mama, cáncer de colon y cáncer de próstata en los humanos.

 

RoundUp: El herbicida más popular del mundo está directamente relacionado al cáncer y al linfoma no-Hodgkin, de acuerdo a un estudio realizado por dos eminentes oncólogos: Los doctores Lennart Hardell y Mikael Eriksson, de Suecia. El RoundUp Ready se utiliza en cultivos genéticamente modificados que resisten el glifosato, ingrediente activo del RoundUp. Como ya saben, ambientalistas y profesionales de la salud están preocupados por el uso de este herbicida en cultivos resistentes al glifosato (realizados con semillas terminator de Monsanto) debido a que los residuos del RoundUP persisten en los alimentos que más tarde se distribuyen en los supermercados. Esto ocurre, por ejemplo, con la soja o el maíz. El RoundUp Ready afecta tanto a los consumidores finales como a las personas expuestas directamente al rociamiento en los campos fumigados y ciudades aledañas.

Cultivos Modificados Genéticamente (OMG): El "Frankenstein" de Monsanto creado mediante la manipulación genética del maíz, algodón, soja y canola, con ADN de una fuente extraña. Estos cultivos están diseñados para ser resistentes a dosis masivas del herbicida Roundup. Sin embargo y como consecuencia están generando la aparición de supermalezas, también resistentes a los herbicidas. Por este motivo el RoundUP es cada vez más fuerte.

 

Tras la resistencia de la Unión Europea y países de oriente, Monsanto presiona y festeja los cultivos OMG en países del tercer mundo: como Argentina. Según el físico, ecologista y activista Dr. Vandana Shiva, "Con el mapa en la mano, Syngenta y Monsanto se apresuran para patentar el genoma del arroz. Si pudieran, se adueñarían del arroz y su ADN, y lo harían pisoteando las 200.000 variedades de arroz que nos brinda la biodiversidad y que se han cultivado y desarrollado por milenios gracias a los productores de Asia. La pretensión de estas corporaciones es inventar un nuevo arroz llevando adelante un violento ataque contra la integridad de la vida y la naturaleza en su conjunto, alterando y destruyendo sus formas originales. Esto, por otra parte, es un atropello contra el conocimiento ancestral de los agricultores orientales".

 

¡Para que quiten el maíz transgénico de Monsanto de las góndolas del supermercado! Haga clic aquí para firmar la petición.

 

Ocurre que Monsanto no solo negocia como lo hace con el campo argentino, sino que, además, contamina cultivos a propósito, para más tarde controlarlos.

 

El objetivo de Monsanto es controlar los alimentos a nivel mundial, destruyendo todo rastro de los vegetales naturales y reemplazándolos por sus productos con semillas terminator.

Las semillas Terminator: La tecnología de Monsanto produce granos estériles incapaces de germinar. Esto obliga a los agricultores a comprar semillas de Monsanto cada año en lugar de guardar y reutilizar las semillas de sus cosechas, como se hacía tradicionalmente. Las semillas Terminator, y posteriores flores, producen "polinización cruzada", ya sea por el viento o las abejas (que aun no mataron con el RoundUp) y contaminan cultivos aledaños no estériles. De esta manera Monsanto pone en peligro el suministro de semillas naturales en el futuro. Finalmente, una contaminación total otorgaría el control del suministro de alimentos a nivel mundial a Monsanto y la industria de los transgénicos.

 

Hamburguesas: Mc Donald´s y Burger King. Helados, gaseosas etc. La basura tóxica de consumo masivo.

 

La dieta típica americana, importada por Sudamérica: De acuerdo a la Asociación de Consumidores Orgánicos de EEUU, "Hay una correlación directa entre el suministro de alimentos genéticamente modificados y los $ 2 billones de dólares que EE.UU. gasta anualmente en asistencia médica. Esto significa que existe una epidemia de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta".

 

En lugar de frutos sanos, verduras, granos orgánicos o productos de pastoreo, EE.UU. consume una lista interminable de alimentos procesados, un exceso de comida chatarra basada en la ingeniería genética. Estos productos, como las hamburguesas de Mc Donald, poseen productos de Monsanto.

 

Las Hamburguesas Mc Donald´s, Burger King, los helados, gaseosas etc. generan enfermedades del corazón, derrames cerebrales, diabetes y cáncer. El consumo insuficiente de frutas y verduras cuesta a Estados Unidos 56 mil millones dólares al año, un costo relacionado estrictamente a las enfermedades crónicas producidas por "la dieta".

 

La batalla

Además de Marie-Monique Robin, Periodista investigadora e historiadora francesa de 48 años, de una trayectoria impecable en el campo del periodismo de investigación, quien realizó "El Mundo Según Monsanto", otras personas comienzan a difundir su rechazo a los transgénicos en el planeta. Tal es el caso de Quigley, Delia: Es una consultora sobre Negocios Ambientales de UK. "Donde quiera que estén, las empresas responden a cambios permanentes - en una época de cambios ambientales globales, las empresas deben adaptarse para trabajar acordes a esos cambios", señala Delia. La británica, es fundadora de la compañía D Quigley Associates LTD creada en marzo del año 2007 con el objetivo de vincular el medioambiente a las empresas de manera que estas ultimas resulten útiles para la sociedad, teniendo en cuenta en este marco: el costo, la eficacia y el bienestar de los seres humanos.

 

"Las compañías fueron consideradas durante mucho tiempo como algo separado de la sociedad", "cuando la gente está en el trabajo muchas veces actúan, creen y son tratadas como si no fueran las mismas personas que más tarde regresan a casa". "como si nuestro comportamiento, actitudes y prioridades fueran totalmente diferentes de acuerdo en el ambiente laboral, y este choque de valores no es bueno para nosotros o para el mundo en el que vivimos, y que heredaremos a nuestros hijos". Delia, sus colegas y asociados comparten una creencia común en la naturaleza holística de la vida - que el trabajo, y el ocio son parte de lo mismo y que ambas actividades deben ser tratadas igualmente... con cuidado. (Quigley, Delia)

 

Cada uno de nosotros debe decir No a los transgénicos. No solo como lo hicieron en México, donde recientemente las autoridades rechazaron una solicitud del consorcio semillero Monsanto Co. para ampliar su proyecto piloto en la siembra de maíz transgénico en el norte de ese país, sino que en forma personal.

 

Nuestras autoridades no son como las mexicanas.

 

Si usted es un productor agropecuario, dígale NO a Monsanto. Está comprobado que los cultivos de Monsanto no mejoran la producción ni garantizan el éxito. Piense en el futuro y en la herencia para sus nietos. Los herbicidas están aniquilando a las abejas y sin abejas no hay polinización. La calidad del aire en el planeta decaerá.

 

Hoy Monsanto pretende el control mundial de los alimentos. Pero mucho antes participó en la Guerra de Vietnam, inventó el PCB y los transformadores eléctricos que utilizan PCB produciendo cáncer. Monsanto no es una empresa que se conforme con un solo rubro del mercado.

 

Mas tarde podría querer controlar la flora mundial o contaminarla por error, así como también podría interesarse en el negocio de la madera, los medicamentos, o la creación de más animales transgénicos, como ya lo hacen con los peces (Salmón transgénico podría afectar a los lagos y ríos de la Patagonia Argentina). Antes de Monsanto, el cáncer era una enfermedad poco común.

 

Si usted es un simple consumidor, compre productos orgánicos que tengan garantía. Si trabaja en un campo que utiliza productos de Monsanto, busque otro empleo. En lo posible rechace los alimentos lácteos industriales y la comida chatarra.

 

Si tiene la oportunidad, busque comercios que ofrezcan productos de granja. Quizás sea hora de alejarse de la ciudad y probar suerte en localidades rurales, aquellas que se encuentren alejadas de cultivos peligrosos.

 

Aun así, usted seguirá expuesto a los agroquímicos que flotan en la atmosfera y se llueven sobre la tierra.

 

Pida a los legisladores de Argentina que prohíban la entrada de productos de Monsanto a nuestro país. Cree una petición en Change.org diciendo: "Stop Monsanto in Argentina". Bueno, esto posiblemente lo haga yo.

 

Escrache a los productores agropecuarios que utilizan productos de Monsanto en Argentina.

Un cartel que podría leerse en una sociedad civilizada:

"Monsanto es buscado para ser interrogado en relación a la contaminación genética del planeta Tierra, la alimentación forzada de ciudadanos del mundo con alimentos genéticamente modificados, y sus intenciones de controlar las fuentes mundiales de alimentos."

 

- SE BUSCA. Monsanto por crímenes contra el planeta

"La gente tendrá la soja Roundup Ready, les guste o no. " - Ann Foster, portavoz de Monsanto en Gran Bretaña, 1999

 

Las 10 mayores organizaciones que defienden las leyes antimonopolio en Estados Unidos acudieron a los tribunales federales elevando cargos contra Monsanto acusando a la corporación de conspirar a nivel mundial para violar las leyes antimonopolio y para controlar totalmente el mercado de semillas. Pero Monsanto sigue avanzando.

Mientras tanto, usted puede difundir este artículo.


Cientificos hacen una llamado a prohibir los productos transgénicos

Más de 800 científicos de 82 países ya firmaron la carta remitida a todos los gobiernos del mundo donde hacen una llamado a prohibir los productos transgénicos. 10 de julio de 2014

“Nosotros, los científicos abajo firmantes, pedimos la suspensión inmediata de todas las emisiones ambientales de cultivos transgénicos y productos derivados de los mismos, tanto comercialmente como en pruebas a campo abierto, durante al menos 5 años".

"Patentes sobre organismos vivos, los procesos, las semillas, las líneas de células y genes deben ser revocadas y prohibidas; y se exige una investigación pública exhaustiva sobre el futuro de la agricultura y la seguridad alimentaria para todos”, informó el Instituto de Ciencia en Sociedad (ISIS).

La declaración se remonta a 1999. En el año 2003 fue sustituida por el informe del Grupo de Ciencia Independiente y, en 2013 por el más reciente informe de Ban OGM.

El Instituto ISIS publicó en el mes de junio un estudio que aporta más evidencia sobre el hecho de que los productos transgénicos liberan al suelo, aire y agua, trozos de genes sintéticos que están causando problemas de resistencia a antibióticos y otras enfermedades en los seres humanos. “Las patentes sobre formas de vida y procesos vivos deberían prohibirse porque amenazan la seguridad alimentaria, promueven la biopiratería de los conocimientos indígenas y los recursos genéticos, violan los derechos humanos básicos y la dignidad, el compromiso de la salud, impiden la investigación médica y científica, y están en contra del bienestar de los animales”, agregó ISIS.

A los agricultores y consumidores, los científicos advierten que “los cultivos transgénicos no ofrecen beneficios”. "Traen consigo muchos problemas que han sido identificados, incluyendo fricción de la producción, el aumento del uso de herbicidas, el desempeño errático, y pobres rendimientos económicos para los agricultores. Los cultivos transgénicos también intensifican el monopolio corporativo sobre los alimentos, que está llevando a los agricultores familiares a la miseria, e impidiendo el cambio esencial hacia una agricultura sostenible que garantice la seguridad alimentaria y la salud en el mundo”, indicaron los investigadores.

En Montreal en enero de 2000, más de 130 gobiernos se comprometieron a aplicar “el principio de precaución y garantizar que las legislaciones de bioseguridad a nivel nacional e internacional tienen prioridad sobre los acuerdos comerciales y financieros de la Organización Mundial del Comercio. A su vez los investigadores sostienen que la agricultura ecológica y familiar, tiene bajos costos e insumos y es completamente sostenible. “Ofrecen la única forma para restaurar las tierras agrícolas degradadas por las prácticas agronómicas convencionales, y posibilita la autonomía de los pequeños agricultores familiares para combatir la pobreza y el hambre.”, asegura el equipo de ISIS.

Carta abierta de científicos del mundo a todos los gobiernos (Traducción de Canal 311, no se encuentran las citas traducidas):

1. Las patentes sobre formas de vida y procesos vivos deberían prohibirse porque amenazan la seguridad alimentaria, promueven la biopiratería de los conocimientos indígenas y los recursos genéticos, violan los derechos humanos básicos y la dignidad, el compromiso de la salud, impiden la investigación médica y científica, y están en contra del bienestar de los animales. ( 1). Las formas de vida, tales como organismos, semillas, líneas celulares y los genes son descubrimientos y por lo tanto no son patentables.

Las técnicas actuales de GM, que explotan los procesos vivos no son fiables, son incontrolables e impredecibles, y no pueden considerarse como invenciones. Además, estas técnicas son inherentemente inseguras, al igual que muchos organismos y productos transgénicos.

2. Cada vez es más claro que los actuales cultivos transgénicos no son ni necesarios ni beneficiosos. Son una distracción peligrosa que impiden el cambio esencial hacia prácticas agrícolas sostenibles que pueden proporcionar la seguridad alimentaria y la salud en todo el mundo.

3. Dos características simples representan los casi 40 millones de hectáreas de cultivos transgénicos plantados en 1999 (2). La mayoría (71%) son tolerantes a herbicidas de amplio espectro, desarrolladas por su puesto para ser tolerantes con su propia marca de herbicida, mientras que el resto están diseñados con las toxinas Bt para matar plagas de insectos. Una estadística basada en 8.200 pruebas de campo sobre el cultivo transgénico más popular, la soja, revelo que la soja transgénica rinde un 6,7% menos y requiere dos a cinco veces más herbicidas que las variedades no modificadas genéticamente (3). Esto ha sido confirmado por un estudio más reciente realizado en la Universidad de Nebraska (4). Sin embargo, se han identificado otros problemas como: el desempeño errático, susceptibilidad a la enfermedad (5), el aborto del fruto (6) y pobres rendimientos económicos a los agricultores (7).

4. De acuerdo con el programa de alimentos de la ONU, hay suficiente comida para alimentar al mundo una vez y media más. Mientras que la población mundial ha crecido un 90% en los últimos 40 años, la cantidad de alimentos per cápita ha aumentado en un 25%, y sin embargo mil millones pasan hambre (8). Un nuevo informe de la FAO confirma que habrá suficiente o más que suficiente comida para satisfacer las demandas globales sin tener en cuenta ninguna mejora de rendimiento que pudieran proporcionar los transgénicos hasta bien entrado 2030 (9). Es a causa del creciente monopolio empresarial que opera bajo la economía globalizada que los pobres son cada vez más pobres y pasan más hambre (10). Los agricultores familiares de todo el mundo han sido llevados a la miseria y el suicidio, y por las mismas razones. Entre 1993 y 1997 el número de explotaciones de tamaño medio en los EE.UU. se redujo en 74.440 (11), y los agricultores están cobrando por debajo del costo promedio de producción de sus productos (12). La población agrícola en Francia y Alemania se redujo en un 50% desde 1978 (13). En el Reino Unido, 20 000 empleos agrícolas se perdieron en el último año, y el primer ministro ha anunciado un paquete de ayuda de 200 millones de libras (14). Cuatro empresas controlan el 85% del comercio mundial de cereales al final de 1999 (15). Fusiones y adquisiciones continúan.

Leer el artículo completo en Ecoportal https://leisa-al.org/web/index.php/lasnoticias/otros/626-mas-de-800-cientificos-del-mundo-firmaron-para-eliminar-los-transgenicos-del-planeta


Comemos veneno: “El cáncer, la infertilidad y la diabetes son por la comida”.

Comemos veneno: “El cáncer, la infertilidad y la diabetes son por la comida”.

Por Iván Gil

26 de agosto del 2017

“Llevará muchos años descontaminar las tierras y las aguas subterráneas hasta poder producir alimentos sanos”.

 

“El aumento de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y el cáncer está directamente relacionado con los alimentos que comemos. Las hormonas sintéticas presentes en los fertilizantes y pesticidas que entran en contacto con la comida son muy peligrosas para la salud y no suelen detectarse en los análisis toxicológicos, por lo que se invalida el principio de que la ‘dosis hace el veneno’”. Con esta advertencia a modo de carta de presentación, la galardonada documentalista y periodista Marie-Monique Robin nos introduce en el mundo de la agroindustria, su campo de investigación desde hace más de una década, y sobre el que versa su último ensayo: Las cosechas del futuro. Cómo la agroecología puede alimentar al mundo (Península).

 

Comemos veneno: “El cáncer, la infertilidad y la diabetes son por la comida”

Una obra fruto del análisis comparativo de diversos sistemas de producción alimentaria que, en sintonía con otras anteriores como Nuestro veneno cotidiano y El mundo según Monsanto, cuestiona el mito de que el menor precio de los alimentos o de que el fin del hambre en el mundo solo son posibles mediante la producción industrial de alimentos. La principal novedad que aporta la autora gala con este último libro es que existe una alternativa demostrable, “más sobresaliente de lo que creía antes de iniciar la investigación”, y que se llama agroecología.

 

La transición de la agroindustria a la agroecología todavía es posible, explica Robin, pero aun existiendo la voluntad política necesaria para propiciar los cambios legislativos que la permitan, “llevará muchos años descontaminar las tierras y las aguas subterráneas hasta poder producir alimentos sanos”. Es por ello que urge, en primer lugar, limitar el uso de pesticidas y transgénicos. “América Latina en general es mucho más permisivo que la Unión Europea con el cultivo de Organismos transgénicos y la comercialización de otras sustancias tóxicas, como el bisfenol A que en otros lugares como Francia está prohibido”.

 

Una permisividad, alerta la autora gala, con unas consecuencias más que visibles: “Las parejas españolas son las que más problemas tienen de infertilidad en toda Europa, al afectar a una de cada cuatro”. Al mismo tiempo, los cánceres de cerebro y la leucemia están creciendo a un ritmo anual del uno al tres por ciento entre los niños, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ponen también de relieve el auge del origen fetal de las enfermedades en la edad adulta (presuntamente por el tipo de alimentación de la gestante). “La propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ya se está dando cuenta de estas consecuencias y reconociendo las deficiencias del principio toxicológico de que 'la dosis hace el veneno’ debido a las indetectables hormonas sintéticas, como demuestra la mayoría de literatura científica sobre esta cuestión”, apunta Robin.

 

El cenit del petróleo lo será también de la comida barata Tradicionalmente se ha relacionado el bajo costo de los alimentos con los monocultivos, el uso de pesticidas y fertilizantes para reducir las plagas, así como otras técnicas modernas de producción a gran escala. Sin embargo, Robin afirma que “los precios de los alimentos que compramos en el supermercado son completamente falsos porque no incluyen los costos directos ni los indirectos”.

 

Los gastos derivados del tratamiento de las aguas contaminadas, del pago de las tasas por los gases de efecto invernadero, de las subvenciones (para el gasóleo, para exportar o directamente de la Política Agraria Común de la UE), así como de los sistemas públicos de salud, por el aumento de enfermos crónicos, son algunos de los costos asociados a la agroindustria que no se incluyen el precio de origen. “Si sumamos todos estos costos a los productos en origen, su precio subiría y serían más caros que los ecológicos”. Además, añade Robin, más de la mitad del precio está inflado por los intermediarios y el retatil.

 

Una realidad de la que no estamos muy lejos, según la autora gala, para quien antes o después tendrá que dispararse el precio de la comida, ya sea por el fin de las subvenciones, por la creciente especulación bursátil con las materias primas en los mercados de futuro, o por el no menos inminente encarecimiento de los combustibles fósiles como el petróleo y el gas, debido a su cenit.

 

Los productos químicos utilizados en la agroindustria se elaboran a partir de petróleo y gas, por lo que un aumento en el precio de estos recursos, junto a la escasez de agua, pondría a la agroindustria en la encrucijada. “Esta es la gran debilidad de las industrias alimentarias. Se sustentan sobre un modelo que depende de los combustibles fósiles, y está claro que el precio de éstos será cada vez mayor, por lo que el de los alimentos será parejo. No tiene sentido que la alimentación en el mundo dependa de la producción de petróleo en una región tan convulsa como es Oriente Medio”, lamenta Robin.

 

Alimentos saludables en un mundo sostenible Las perniciosas consecuencias para la salud y el medio ambiente de la agricultura industrial, así como la crónica de una muerte anunciada que Robin comenzó a describir antes incluso de que se produjesen las primeras crisis alimentarias en Latinoamérica (relacionadas con los biocarburantes) han llevado a la francesa a recorrerse el mundo en busca de alternativas ecológicas. Después de estudiar diferentes técnicas agroecológicas pudo comprobar que su rendimiento puede ser mayor que con técnicas propias de la agroindustria.

 

“Muchas veces, cuando hablamos de agroecología pensamos que se trata de volver a las técnicas empleadas por nuestros abuelos. No es así, se trata de prácticas mucho más complejas que dependerán de la zona geográfica donde se desarrollen, del tipo de cultivo o del tipo de tierra”, explica la autora. Sin embargo, Robin sí pudo comprobar que todos ellos coincidían en un principio básico: la complementariedad. “Se trata de un principio común mediante el que se busca complementar la biodiversidad del medio, mediante rotación de cultivos o interfiriendo en los ciclos biológicos de los insectos, para prevenir plagas y aumentar la producción”.

 

La demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores ha aumentado proporcionalmente al deterioro de la cadena alimentaria, “pero la oferta todavía no llega para abastecerlos a todos”, apunta Robin. Para hacerla extensiva a todo el mundo no llega con la concienciación del consumidor, que al fin y al cabo es el que más poder detenta con sus decisiones de compra, sino que se necesitan medidas políticas concretas.

 

Entre las propuestas más urgentes para facilitar el cambio, la periodista cita “la prohibición de la especulación con alimentos, el fomento de la soberanía alimentaria mediante una férrea protección de los mercados y agricultores locales, y el acortamiento de las cadenas de distribución buscando conexiones directas entre consumidores y productores”. Solo mediante la eliminación de intermediarios y vendedor final, explica la francesa, el precio de los alimentos orgánicos se reduciría hasta en un 90%.

 

Las bases para posibilitar un cambio de modelo están puestas “desde hace muchos años”, pero de no iniciarse una pronta transición, advierte Robin, “no podremos anticiparnos a las crisis alimentarias que resurgirán en cualquier momento”.

 

Tomado de Ecoportal.net

El Confidencial

http://www.elconfidencial.com/


Argumentos falsos conclusiones falsas sobre los alimentos transgénicos

Argumentos falsos conclusiones falsas sobre los alimentos transgénicos

¿Carecen de evidencia científica acusaciones sobre organismos transgénicos? 

21/04/2017

Argumentos basados en supuestos no confirmados y en premisas falsas, dan como resultado conclusiones falsas, aunque estas tengan apariencia de verdad y las disyuntivas propuestas fundamentadas en estas conclusiones erróneas son también, disyuntivas falsas. Así es la publicidad engañosa de Monsanto y otras empresas de “Biotecnología” que han retorcido el conocimiento y la evidencia científica en favor de un puñado de corporaciones multinacionales.

 

Esto se desprende de lo expresado por Francisco Gonzalo Bolívar Zapata, miembro de El Colegio Nacional.

 

Francisco Gonzalo esgrime argumentos fundamentados en en mentiras, por lo que sus conclusiones son falsas.

 

Siendo también una falsedad la disyuntiva que plantea: “Para mí, resulta más inteligente consumir alimentos transgénicos, que alimentos con altos contenidos de insecticida”.

 

Se trata de una disyuntiva falsa pues no se tiene porque optar por una de esas dos opciones que han repetido estereotipadamente hasta el cansancio las poderosas corporaciones multinacionales de transgénicos y agroquímicos, puesto que existen otras opciones mil veces mejores que esas, tal y como lo explica brillantemente la escritora y periodista de investigación, Marie Monique Robin en sus dos libros: “El mundo Según Monsanto” y “Las cosechas del futuro” …

 

Y como bien lo dice una colega, quien me antecedió en este comentario y concuerdo con ella: “800 científicos de 82 países que firmaron una carta remitida a todos los Gobiernos del mundo donde hacen un llamado a prohibir los productos transgénicos” … o sea que 667 científicos más que los 123 seudocientíficos que firmaron la carta dirigida a los líderes de las Naciones Unidas.

 

Véase Más de 800 científicos del mundo firmaron para eliminar los transgénicos del planeta https://leisa-al.org/web/index.php/lasnoticias/otros/626-mas-de-800-cientificos-del-mundo-firmaron-para-eliminar-los-transgenicos-del-planeta

 

Estos comentarios los hago en referencia al artículo publicado en el diario mexicano “La Jornada” en donde se reproducen un conjunto de afirmaciones y conclusiones falsas expresadas por Francisco Gonzalo Bolívar Zapata, miembro de El Colegio Nacional de México.

 

Carecen de evidencia científica acusaciones sobre organismos transgénicos

Por la Redacción| 21/04/2017

 

Aseguran que resulta más inteligente consumir alimentos transgénicos que alimentos con altos contenidos de insecticida

 

La transferencia genética de un organismo a otro ha sucedido de forma natural durante miles de años y forma parte del complejo proceso de evolución

 

Los organismos transgénicos son aún tema de controversia en la sociedad y hay grupos detractores que aseguran que causan cáncer y otras afecciones a la salud, sin embargo, estas acusaciones carecen de evidencia científica, señaló Francisco Gonzalo Bolívar Zapata, miembro de El Colegio Nacional.

 

Uno de los pioneros en la ingeniería genética en México y en el ámbito mundial, explicó que la transferencia genética de un organismo a otro ha sucedido de forma natural durante miles de años y forma parte del complejo proceso de evolución para dotar a los organismos de nuevas características que les permitan adaptarse al ambiente cada vez más demandante.

 

“En las plantas, los cromosomas vegetales contienen un gran número de genes provenientes de las bacterias fotosintéticas que dieron origen a los cloroplastos”, dijo durante la conferencia Biotecnología: Organismos transgénicos y la ausencia de daño, celebrada ayer en la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

 

Incluso, señaló, las infecciones virales conforman un proceso de transferencia horizontal de material genético, ya que el material genético de los virus se agrega al nuestro. “Este proceso de recombinación genética es el que fue copiado por los biotecnólogos quienes diseñaron las técnicas para crear los organismos transgénicos”, dijo el investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, institución que forma parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

 

El ganador del Premio Príncipe de Asturias en Investigación Científica y Técnica 1991 explicó a la comunidad universitaria que el ADN (ácido desoxirribonucleico) es una macromolécula formada por millones de nucleótidos. Pero es la estructura de doble hélice la que permite la recombinación genética de los organismos, pues la estructura es la misma en todos los seres vivos.

 

“Los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) se construyeron para contar con los mejores organismos que atendieran las problemáticas del momento. Pasar un gen, un fragmento de la macromolécula de ADN a otra para dotarla de características que antes no tenía fue un gran avance”, explicó el Premio Nacional de Química de 1980.

 

Agregó que la gente sataniza a los transgénicos, pero tenemos cerca de 30 años utilizándolos y ya existen más de cien medicamentos de origen transgénico o recombinante como la insulina, el interferón, anticoagulantes e incluso algunas vacunas, medicamentos que fueron diseñados para solucionar las problemáticas en salud y gracias a ello, también se ha logrado reducir los costos de los fármacos.

 

Además del sector salud, otro que ha sido impactado por los transgénicos es el alimentario, pues se han usado muchas proteínas alteradas genéticamente para acelerar los procesos enzimáticos, sin los cuales, la producción de alimentos sería más lenta y más costosa, reveló.

 

Productos como cereales y mermeladas son elaborados con harinas transgénicas, y de acuerdo con el doctor Bolívar Zapata, la adopción de tecnología biotecnológica ha reducido en un 37 por ciento el uso de insecticidas.

 

“Para mí, resulta más inteligente consumir alimentos transgénicos que alimentos con altos contenidos de insecticida”, opinó el Premio Universidad Nacional 1990.

 

El doctor en bioquímica y Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1992, resaltó la carta que dirigen 123 Premios Nobel a los líderes de las Naciones Unidas, en la que se sustenta la inocuidad de los organismos genéticamente modificados, la cual recopiló diez mil firmas de la comunidad científica.

 

Con información del Foro Científico y Tecnológico

 

https://www.lja.mx/2017/04/carecen-evidencia-cientifica-acusaciones-organismos-transgenicos/?

Dr. Matthias, Rath Vitamina C, Lisina Cáncer

Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña

Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña
Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña

Directorio Verde de GreenPece Mexico



Es momento de unirnos como mexicanos y rescatar lo bueno de nuestra gente y nuestra tierra. Sí, hay muchas cosas malas en el mundo pero también hay personas haciendo un esfuerzo por recuperar las cosas que nos hacen grandes.

Entre estas cosas maravillosas que tiene nuestro México está la agricultura ecológica y sustentable, esa que cuida nuestros recursos y le da vida digna a las personas que trabajan nuestra tierra. Por eso es importante apoyar a esas personas y empresas que buscan hacer la diferencia. Estar conscientes de que sí tenemos opciones, de que sí hay forma de hacer las cosas de otra manera nos hará tener esperanza de que un planeta sano es posible.

Hoy te invitamos a revisar el Directorio Verde, un trabajo realizado con el esfuerzo de nuestros voluntarios de toda la República Mexicana, que compila aquellos negocios que comprobaron la venta de productos ecológicos y responsables con el planeta. De seguro encuentras un lugar en tu ciudad. Si lo visitas, puedes contarnos cómo fue tu experencia.

Descarga el Directorio Verde

¡Es momento de promover lo bueno!

mexicano.jpg

Seguiremos apostándole a la Comida sana, Tierra sana.

Gracias por leer.