La Destilación Molecular: la Nueva Generación de Omega-3
Por: Lic. Sandra Farre Schneider
Nutricionista Ortomolecular
En el último siglo, la población mundial ha experimentado cambios significativos en sus hábitos alimentarios. La ingesta de grasas, en particular, hoy en día se caracteriza por su cantidad y no por su calidad, al ser las grasas saturadas y ácidos trans las más consumidas en detrimento de los saludables ácidos grasos esenciales omega-3.
Las investigaciones científicas desarrolladas en los últimos años demuestran el importante papel de estos ácidos grasos, principalmente de cadena larga (ácido eicosapentaenoico, EPA y ácido docosahexaenoico, DHA), en el soporte de la salud neuro y psicológica, cardiovascular e inmune.
La magnitud de los estudios clínicos y no-clínicos realizados despertó el interés de la indústria de alimentos y suplementos alimentarios, creando de esta manera, una interminable gamma de productos con un mismo slogan: “alimento con alto contenido en omega-3”. El consumidor ha recibido una avalancha de información referente al omega-3, llegando incluso, a confundirlo. Hoy en día se podría decir que no existe consumidor alguno que no haya nunca oído hablar del omega-3. El consumidor sabe que es bueno pero no sabe qué beneficios aporta a nuestro organismo. El consumidor compra el producto con omega-3 pero desconoce con qué objetivo lo está adquiriendo.
A pesar de encontrar diversos alimentos con Omega-3 en el mercado actual, no todos son iguales. Tanto si somos consumidores como si somos profesionales de la salud debemos exigir honestidad en los productos ofrecidos y tenemos en nuestro derecho el poder informarnos sobre cada uno de los detalles que sean de nuestro interés.
Mediante el presente artículo, queremos informar al lector sobre el proceso de mayor calidad tecnológica para extraer aceite de pescado: la destilación molecular de calidad farmacéutica. De esta manera, cuando vayamos a adquirir un producto de aceite de pescado, con EPA (eicosapentaenoico) y/o DHA (docosahexaenoico), podremos decidir por nosotros mismos, por nuestros propios conocimientos, si estamos ante un producto de calidad que nos permita obtener los beneficios deseados para nuestra salud.
La Destilación Molecular define la tecnología avanzada capaz de eliminar, de manera precisa, las toxinas presentes en los aceites de pescado. Mediante este proceso se consigue obtener un aceite de pescado puro, limpio y libre de toxinas, lo que permite asegurar un consumo seguro para el ser humano, alcanzado un grado farmacéutico.
El aceite de pescado sin refinar contiene todo aquello que ha sido ingerido por el pez (que no sea soluble en agua). Ello incluye todo tipo de toxinas y contaminantes como los PCB, el DDT y compuestos de mercurio orgánico.
Debido a la contaminación actual de nuestros océanos, los pescados y los aceites de pescado contienen materiales tóxicos, altamente dañinos para nuestra salud:
· Los Bifenilos Policlorados (PCBs o BPCs) son una mezcla de hasta 209 compuestos clorados individuales, usados ampliamente como refrigerantes y lubricantes en transformadores, condensadores y otros equipos eléctricos, ya que no se incendian fácilmente y son buenos aislantes.
En 1977 cesó la manufactura en los EE.UU. ya que quedó en evidencia su acumulación en el medio ambiente y los efectos nocivos que producían. Los PCBs se acumulan en los pequeños organismos del agua y en peces, además de acumularse en otros animales que se alimentan de organismos acuáticos. En peces y mamíferos acuáticos se pueden encontrar niveles hasta miles de veces mayores que los encontrados en el agua.
· El Dicloro-Difenil-Tricloroetano (DDT) pertenece al grupo de los insecticidas denominados organoclorados y se caracteriza por ser una molécula muy soluble en lípidos y muy insoluble en agua. Es un compuesto que se acumula en los tejidos grasos, con un efecto bioacumulativo.
De 0,0006 ppm (parte por millón) de DDT en agua, las algas unicelulares y plantas acumulan 0,004 ppm; los peces herbívoros que se alimentan de ellas llegan a acumular 0.2-1.2 ppm; tras servir de alimento a los peces carnívoros estos acumulan 1-2 ppm y la concentración en aves que se alimentan de peces llega a ser de 3-76 ppm. Por lo tanto, la concentración de DDT puede llegar a aumentar de 5.000 a 126.000 veces.
El efecto bioacumulativo del DDT es el principal problema, pues su toxicidad agua es baja.
· El Mercurio es un metal que se encuentra naturalmente en el medio ambiente. El mercurio puede combinarse con carbono y formar mercurios orgánicos, como el metilmercurio. Esta forma de metal pesado se acumula a lo largo de la cadena trópica, alcanzando niveles máximos en los pescados.
El metilmercurio constituye el mercurio más común, producido por organismos microscópicos del suelo y del agua. Es una de las formas más tóxicas conocidas, se disuelve fácilmente en grasa y tiene la capacidad de pasar la barrera hematoencefálica y la placenta. Es conocido, por la comunidad científica, su potencial mutágeno y teratógeno.
Este nuevo tipo de aceite de pescado de última generación, da como resultado una cantidad concentrada de ácidos grasos esenciales omega-3 de cadena larga, sin la presencia de productos químicos contaminantes y de ácidos grasos perjudiciales no deseados.
Para obtener este producto de suprema calidad se debe, mediante destilación fraccionada, eliminar la mayor parte de la grasa saturada. Posteriormente, mediante una destilación molecular más avanzada, se eliminan casi todos los PCB (medidos en partes por miles de millones). De esta manera, se descarta más de un 99% del material inicial de calidad dietética.
El proceso de Destilación Molecular es una tecnología de elevado costo que no todos los laboratorios pueden llevar a cabo. El consumidor debe valorar ese precio final del producto de calidad al pensar en la protección, seguridad y verdadero beneficio que está aportando a su salud, evitando así añadir toxinas y contaminantes potencialmente dañinos para su salud.
A pesar que no es obligatorio citar en la etiqueta de los productos de aceite de pescado el proceso por el cual se ha obtenido el producto final ni los estándares de calidad que cumple, tanto el profesional como el consumidor debe conocer estas características del producto en particular por su propio beneficio. El fabricante debe disponer de esta información y demostrar la calidad del producto si así se requiere.
Los niveles de contaminantes deben estar en valores seguros según diferentes estándares ya establecidos como el de CRN (Council for Responsible Nutrition) o el Environmental Statute Proposition 65 de California. Un ejemplo de niveles seguros para los diferentes contaminantes o productos tóxicos potenciales en un producto sería el siguiente:
Producto potencialmente tóxico
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Concentración presente
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Plomo
Mercurio
Cadmio
Arsénico
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Menos de 0,1 mg/kg
Menos de 0,1 mg/kg
Menos de 0,1 mg/kg
Menos de 0,1 mg/kg
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PCDDs/PCDFs
PCBs
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Máximo 2 pg/kg
Menos de 0,09 mg/kg
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Valor de Peróxidos
Valor de Anisidina
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Máximo 4 meq/kg
Máximo 20
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TOTOX
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Máximo 26
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Colesterol
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Menos del 1%
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Es un criterio básico que el aceite de pescado destilado tenga más de 60% de ácidos grasos omega-3 de cadena larga en relación al total de ácidos grasos contenidos. Los PCBs contenidos, por gramo de aceite, nunca deben ser superiores a 10 ppm. Y la tasa de AA/EPA (Ácido araquidónico en relación al Ácido Eicosapentaenoico) nunca debe ser superior a 0,04.
Finalmente, cabe citar el certificado GMP (Buenas Prácticas de Fabricación), el cual garantiza que el producto cumple unos estrictos controles de calidad que lo hacen, en general, un producto impecable en relación a pureza y seguridad.
Hemos observado que el aceite de pescado destilado de alta calidad cumple los estándares más rigurosos en cuanto a pureza, lo que garantiza unos niveles de toxinas extraordinariamente bajos. Pero también es importante tener en cuenta que los problemas gastrointestinales, como gases, dolor abdominal y diarrea, típicos del consumo de aceite de pescado ya no están presentes. En el aceite de pescado natural encontramos principalmente grasas saturadas que incluyen un tipo de ácidos grasos que el cuerpo humano no está diseñado para digerir. Este tipo de ácido graso es producido por las algas y raramente se encuentran en fuentes vegetales o animales, constituyendo la principal causa de problemas gastrointestinales relacionados con el consumo de aceites de pescado.
A pesar que el Departamento de Alimentos y Fármacos de los EE.UU. ha anunciado que el consumo de hasta 3 gramos diarios de ácidos grasos Omega-3 de cadena larga puede considerarse seguro, debemos tener una visión más amplia de la salud y opinar al respecto. Involuntariamente, nos han convencido que el consumo de ácidos grasos omega-3 de cadena larga es bueno para la salud. Realmente nadie nos mintió, pero tampoco se dijo toda la verdad: No todos los ácidos grasos omega-3 de cadena larga que encontramos en los alimentos y suplementos nutricionales son iguales, y algunos pudieran, incluso, perjudicar o empeorar nuestra salud.
Después de leer este artículo, reflexionemos por un momento sobre el derecho que tenemos a estar bien informados y sobre la evidente necesidad de ser más exigentes con la calidad ofrecida. Sólo de esta manera podremos alcanzar el equilibrio necesario para gozar de una verdadera salud óptima y preventiva.
Nutricionista Ortomolecular
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Sandra Farré Schneider |
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